martes, 9 de agosto de 2011

Capítulo 9 Secretos Fluyendo

No podía creer que yo dijera eso, según yo, nunca en mi "siesta" de la clase de historia, había mencionado el nombre de Alec. No tenía ni la más mínima idea de como lo supo Connie.

-Yo... no se por qué dije eso-balbucié asustada

-Haha, ya lo soltáste, Meany-dijo Connie con risa burlona

-Pero... ¿cómo diablos supiste de...?-inquirí angustiada, los demás chicos de la mesa sólo reían.

-Vamos, es obvio, Angie; no sospeché nada de ti, pero Alec... mmm, desde ayer no te para de mirar extrañou-dijo con voz misteriosa-Pero... ¡vaya! Un guapísimo esposo italiano. ¡Qué suerte la tuya, linda!-

-Dices... ¿que me mira?-inquirí ruborizada y enrollaándome el cabello en el dedo.

-¡Obvio! Te mira algo así como enamoradou, ¡justo como lo hace ahora! Pero no lo voltees a ver-y como toda persona hace cuando le dicen eso, lo voltee a ver-¡¿QUÉ TE DIJE?! ¡NO LO VOLTEES A VER!-inmediatamente desvié mi mirada al igual que él, parecia avergonzado pues lo había atrapado viéndome, creo que había estado buscando mi mirada.

Puse mi mirada fija en la mesa y sonreí avergonzada, los demás, incluidos Connie se estaban riendo de mi.

-No sé por qué los hombres son tan idiotas-dijo Connie, ¡Pero vaya! Nunca le había oído una "palabrota" a ella. Aparte, ¿acaso no se sentía mal al decir eso cuando 3 de las seis personas que estabamos en la mesa, eran hombres? Ella nunca insultaría a una persona en su presencia, y tal vez en su ausencia tampoco. Bueno, no lo haría estando... sobría.

-Amén, Connie. Tienes toooooda la razón-dijo Emma, una de las chicas que estaban con nosotras en la mesa, la cuál pertenecía al mismo grupo religioso que frecuentaba Connie.

-What Would Jesus Do? ¿Qué haría Jesús en nuestro caso?-dijo Conn suspirando, y segundos después soltó una risotada. Los demás igual, ¿acaso no habían oído que Connie los había insultado?

-Y... ¿tu qué nos dices Emma?-inquirió Connie con la malicia que nunca había oído en ella.

Emma se paró sobre la mesa.

-Ah, bueno-empezó a hablar bajo-¡QUE LE FUI INFIEL A JOEY CON LOGAN!-pero su tono de voz fue subiendo hasta que todo el casino la oyó. ¿Acaso no le importaba que ambos estuvieran presentes... en la misma mesa que ella?

-¿Ya oyeron, amigos? ¡Angelique empezó a confesar... Y AHORA SOMOS TODOS! ¡HA!-gritó Connie riendo.

Todos en la cafetería empezaron a reír y a contar secretos, absolutamente todos. Menos una persona que me jaló. Era Alec.

-Vámonos de aquí-su tono de voz era apagado y serio.

-¿A donde?-inquirí angustiada, aunque la verdad no me molestaría ir con él nisiquiera al infierno.

-Lejos de esto.

sábado, 6 de agosto de 2011

Capítulo 8 Humillación total

Casi lloro de la verguenza, no sabía si cuando dormía había hecho los mismos gestos que si besara a alguien, si había pronunciado alguna palabra... o sólo dormía.

-Angelique Meany, ¿acaso no dormiste bien anoche?-inquirió la Miss Turner; agradecí que ella fuera la maestra con más paciencia en tal vez... todo el mundo. Nunca la había oído gritar.

-La verdad si, profesora-Es que no pude dormir por pensar en Alec toooooda la noche.

-Ok, pero que no vuelva a pasar-.


Durante el receso no vi a Renesmee, necesitaba hablar con ella en serio. Sólo vi a Jane y a Alec.

-Hey, Sleeping Beauty, ven por aquí-me gritó Connie desde el otro lado del casino, caminé hacia ella con poca comida en mi charola-¿Qué tal la siestecita de la clase de Historia?.

Connie tenía un pie sobre la mesa y otro en el piso, estaba con un grupo de chicos que parecían fascinados por mi suceso en la clase.

-Oh... relajante-respondí sonriendo y me senté con ellos. Connie hizo lo mismo que yo, colocó sus codos en la mesa, recargó su barbilla en sus manos-Y dime, ¿qué te decía el señor Vulturi en tu deliziozo sueño?

-Bueno, Alec llegaba y se acercaba a mi y...-dije inconcientemente con una sonrisita enamorada hasta que me dí cuenta que Connie, que me escuchaba atenta, me había hecho decir eso sin que me diera cuenta. ¡Había contado un secreto en voz alta! Ese era un lado de Connie que no conocía...